domingo, 30 de noviembre de 2014

Un problema (de muchos) a la hora de corregir un texto: problema con las líneas temporales

Cuando se ponen en contacto con nosotros/as para encargarnos una corrección, es posible que nos encontremos con que nuestro/a cliente/a escriba de una forma especial. Sabemos que la diversidad de estilos en el mundo literario es refrescante, pero si el texto no se puede comprender debido a una línea temporal totalmente desestructurada tenemos dos opciones: o lo corregimos ciñéndonos estrictamente a "lo nuestro", o decidimos no escurrir el bulto y hablar con el/la cliente/a para decirle que su producto necesita unos retoques.

En esta situación me he encontrado yo recientemente. Por suerte, el propio escritor me ha pedido críticas constructivas desde un punto de vista profesional, por lo que él gana en calidad y yo gano en que la novela que me entrega será más, digamos, tratable. También puede darse el caso de que la persona que nos ha contratado hace caso omiso de nuestras propuestas, bien porque tiene un propósito para su texto o bien porque no sabe aceptar consejos. En estos casos, queda en vuestras manos como profesionales trabajar con un texto incorregible, pero al menos habremos intentado que el/la cliente/a sea mejor literato/a.