domingo, 14 de diciembre de 2014

Los posesivos: necesarios en inglés, estorbo en español

A lo largo de los textos que he tratado tanto para traducir como para corregir, un factor que me ha ralentizado el trabajo es el tratamiento de los posesivos. Si bien en inglés son imprescindibles para la comprensión de un texto, en español no hacen tanta falta. Es más, el uso excesivo en un texto escrito en la lengua de Cervantes puede entorpecer la lectura.

Esto me ha pasado en la revisión de la novela en la que estoy colaborando. El escritor usa tanto los posesivos que uno podría decir que es una traducción mal trabajada. Pero no; su lengua original es el español. Sin embargo, tras desesperarme por buscar ideas creativas para eliminarlos, puedo decir que he hallado un par de fórmulas que pueden ser de utilidad.

-Sustituir el posesivo por pronombres personales. Porque no es lo mismo decir "Tapó mis ojos con una venda" que "Me tapó los ojos con una venda". La segunda opción es una alternativa más natural.

-Usar sinónimos para sustituir la palabra a la cual complementan los posesivos. En el caso de la novela, un personaje bautiza su arma con un nombre propio, Rompehuesos. Ésta es una buena herramienta que no se debe subestimar, pues puede salvarnos de estar cinco o diez minutos pensando en cómo eliminar un posesivo que nos estorba.

Si aun y con todo esto, nos quedamos atascados/as, la otra opción (menos recomendable, a mi opinión) es reformular toda la frase que contenga el posesivo. No es una de mis favoritas ya que el sentido del fragmento puede perderse durante el proceso, pero si consultamos al/la cliente/a y nos da su aprobación, podemos seguir adelante.

Con este consejo me despido y espero que os haya podido ayudar, aunque sea con esta pequeña aportación.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Un problema (de muchos) a la hora de corregir un texto: problema con las líneas temporales

Cuando se ponen en contacto con nosotros/as para encargarnos una corrección, es posible que nos encontremos con que nuestro/a cliente/a escriba de una forma especial. Sabemos que la diversidad de estilos en el mundo literario es refrescante, pero si el texto no se puede comprender debido a una línea temporal totalmente desestructurada tenemos dos opciones: o lo corregimos ciñéndonos estrictamente a "lo nuestro", o decidimos no escurrir el bulto y hablar con el/la cliente/a para decirle que su producto necesita unos retoques.

En esta situación me he encontrado yo recientemente. Por suerte, el propio escritor me ha pedido críticas constructivas desde un punto de vista profesional, por lo que él gana en calidad y yo gano en que la novela que me entrega será más, digamos, tratable. También puede darse el caso de que la persona que nos ha contratado hace caso omiso de nuestras propuestas, bien porque tiene un propósito para su texto o bien porque no sabe aceptar consejos. En estos casos, queda en vuestras manos como profesionales trabajar con un texto incorregible, pero al menos habremos intentado que el/la cliente/a sea mejor literato/a.

domingo, 26 de octubre de 2014

Un truco básico para el control de calidad: el repaso de las repeticiones en las correcciones

A lo largo de este blog he escrito sobre truquillos que nos pueden ser útiles para entregar un producto de la máxima calidad posible. Hoy quiero tratar sobre otro que he puesto en práctica recientemente y se ha visto bien aceptado por mi cliente.

Imaginaos que estáis traduciendo o corrigiendo un texto y habéis quedado satisfechos con el resultado. Pero, por el motivo que sea, no podéis hacer la lectura en voz alta y lo entregáis al cliente quien, tras echarle un vistazo, no acaba de estar convencido porque hay palabras que se repiten mucho. En el caso de que sea una traducción científica o técnica, un vocablo tiene un solo equivalente en español (por ejemplo, spine significa columna en el ámbito de la anatomía), por lo que las reiteraciones son inevitables. Sin embargo, en un texto no técnico pueden mostrar una falta de vocabulario que puede afectar a las ventas del documento final.

Para salvar este pequeño obstáculo, he aprendido un truco. Cuando termino la corrección de un texto y me dispongo a hacer la lectura, me apunto aquellas palabras que he corregido y que aparecen más de una vez por página en word. Después de este paso, uso el buscador y, si el resultado es que el vocablo en cuestión aparece más de una vez, le busco un sinónimo que no conste en la misma página o, en el peor de los casos, en los párrafos cercanos.

Espero que este top tip os haya sido útil y una inspiración para que improviséis técnicas que os sirvan en vuestros trabajos. ¡Buen fin de semana!

domingo, 21 de septiembre de 2014

Un problema (de muchos) a la hora de corregir un texto: las propuestas rechazadas

A menudo, cuando se corrige un texto a nivel estilográfico, podemos encontrarnos con palabras o fragmentos enteros que no se entienden o que hacen perder el sentido a todo un párrafo. En un intento de hacer nuestro trabajo, hacemos una propuesta que podría solucionar el problema. Si embargo, al/la escritor/a o al/la editor/a no le gusta. ¿Qué podemos hacer en ese caso?

A priori la respuesta es sencilla: proponer otra cosa. No obstante, mi humilde opinión es que primero debemos saber por qué se nos ha rechazado la propuesta. ¿No dice lo que el/la autor/a quería decir? ¿Se pierde el sentido todavía más? ¿Cuál es la intención exacta?

Por suerte, en mi caso puedo consultar con el autor del texto ya que es una persona cercana, y creo que la mejor solución es, si vuestro/a cliente/a no es una empresa sino alguien que desea publicar por su cuenta (clientela potencial a tener en cuenta), la alternativa más productiva es ponerse en contacto con él/ella y llegar a un punto medio.

En el caso de que quien se haya puesto en contacto con nosotros/as es una editorial, una charla con nuestro contacto más directo podría ser el paso más idóneo para saltar el obstáculo y continuar con nuestro trabajo.

Si os habéis encontrado en esta situación y la habéis solucionado de otro modo, os invito a que lo comentéis en este blog. Toda ayuda entre colegas es poca para que nuestro trabajo tenga la mejor calidad posible.

domingo, 20 de julio de 2014

El ambiente más productivo, el más inspirador

En el momento en que decidimos empezar un proceso creativo, ya sea una traducción o una revisión, uno de los elementos más básicos es crear un ambiente en el cual nos sintamos relajados y nos ayude a inspirarnos. Ya sea un despacho silencioso o una habitación con música, ha de ser un entorno en donde nos sintamos productivos/as.

Y en este tema influye absolutamente todo: la silla, la mesa, la disposición del ordenador, la luz natural... Cuando nos diponemos a trabajar, es vital utilizar toda nuestra capacidad creativa, sin que se vea interrumpida porque el asiento nos produce dolor de espalda o porque el silencio nos resulta incómodo.

Otro punto que creo que también hay que tener en cuenta es tener bebida a mano para no estar levantándonos constantemente y, debido a esto, perder el ritmo (me pasó las primeras veces). Sé que suena tan obvio que podéis sentiros insultados/as, pero cuando os sentéis y, al cabo del rato, estéis sedientos/as y digáis: "Oh, tengo que levantarme", sabréis que tenía razón.

domingo, 6 de julio de 2014

Situaciones que te puedes encontrar al traducir del inglés: los diálogos

Imagínate que te encargan traducir una novela de inglés a español. Te sientas en el ordenador y empiezas a deslizarte entre las líneas hasta que te das cuenta de que... los diálogos están marcados con una comilla y los has estado traduciendo como pensamientos. Ahora te toca volver al principio y reescribir lo que has hecho.

Si te ha pasado alguna vez, es normal. Los diálogos es uno de los muchos elementos que en inglés se escriben de forma distinta al español. Mientras que en la lengua de Cervantes se usan los guiones, en la de Shakespeare se aplican las comillas sencillas. Por lo tanto, en el momento en que nos caiga en las manos un texto con diálogo, hay que tener en cuenta este punto. Lo más sencillo es hacer una búsqueda rápida con el procesador de texto y sustituirlas por guiones.

Aunque parece que el consejo de esta semana es algo sencillo y simple, piénsalo dos veces en cuanto tengas una traducción de estas características. Puede ser que se te acabe pasando por alto... y tengas que releer esta entrada.

domingo, 15 de junio de 2014

La labor de la corrección: muestra de texto real

Aquí os adelanto un fragmento de una novela del escritor con el que colaboro y esperamos que se publique a medio-largo plazo. La primera parte es el resultado de un primer repaso y la segunda es el mismo fragmento tras dos revisiones.

ANTES
Mientras observaban aquel tierno momento, oyeron unas voces a lo lejos. Seraphine y Vainille se miraron: “Ya están aquí”. Se giraron y vieron a Raydon que caminaba junto a Luffus.
–Hacía mucho tiempo que no veíamos a Luffus –comentó Vainille.
–Oí hace tiempo que se había casado con una mujer de otro país.
Los dos soldados volvieron con las armaduras muy maltrechas; parecía como si volviesen del mismísimo infierno. Cuando ya estaban a pocos metros, la pequeña pasó corriendo al lado de las jóvenes gritando: “¡Papi!” y se dirigió directamente hacia Luffus. Éste, en cuanto vio a su pequeña, soltó todos los pertrechos que cargaba y se agachó para abrazarla. En cuanto la tuvo en sus brazos, se puso en pie, giró la cabeza y comentó algo a Raydon, quien afirmó con la cabeza al tiempo que la cría abrazaba a su padre y le saludaba de forma enérgica. Seraphine y Vainille se aproximaron y saludaron a los dos viajeros. Luffus empezó a hablar:
–Amigos, perdonad que interrumpa este momento, pero quiero presentaros a mi esposa Yuri y a mi hija Galiana. Las dos mujeres más importantes de mi vida.
–Tranquilo. Después de todo, hemos recorrido un largo camino para poder reunirnos con ellas, ¿verdad? –contestó Raydon a la par que le rodeaba los hombros con un brazo. A su vez, miró a Vainille; sus miradas se cruzaron y la joven se ruborizó.
“Fue en ese momento cuando lo supe”, pensó Seraphine sin apartar la vista de la ventana.

ANTES
Cuando contemplaban aquel tierno momento, oyeron unas voces a lo lejos. Seraphine y Vainille se miraron: “Ya están aquí”. Se giraron y vieron a Raydon, que caminaba junto a Luffus. Ambos soldados estaban empapados y con las armaduras muy maltrechas; parecía como si volviesen del mismísimo infierno. Cuando ya estaban a pocos metros, la pequeña pasó corriendo al lado de las jóvenes gritando: “¡Papi!”, y se dirigió directamente hacia Luffus. Éste, en cuanto vio a su pequeña, soltó todos los pertrechos que cargaba y se agachó para abrazarla. En cuanto la tuvo en sus brazos, se puso en pie, giró la cabeza y comentó algo a Raydon, quien afirmó con la cabeza al tiempo que la cría abrazaba a su padre y le saludaba de forma enérgica. Seraphine y Vainille se aproximaron y saludaron a los dos viajeros. Luffus empezó a hablar:
–Amigos, perdonad que interrumpa este momento, pero quiero presentaros a mi esposa Yuri y a mi hija Galiana, las dos mujeres más importantes de mi vida.
La dama de cabellos dorados saludó con una amplia sonrisa.
–Tranquilo –dijo el caballero dejando su pesada mochila en el suelo –. Después de todo, hemos recorrido un largo camino para poder reunirnos con ellas, ¿verdad? –prosiguió cruzando la mirada con Vainille, quien se ruborizó.
“Fue en ese momento cuando lo supe”, pensó Seraphine sin apartar la vista de la ventana.

Como podéis comprobar, una primera corrección sirve para depurar los errores ortográficos y gramaticales, pero si al cabo del tiempo lo volvéis a leer, el estilo de escritura mejora.

sábado, 24 de mayo de 2014

Un truco básico para el control de calidad: la lectura en voz alta

Como ya comenté en la entrada anterior, quiero dar a conocer un truco que siempre he utilizado en mis encargos: la lectura en voz alta.

Cuando estaba en la carrera, cogí esta costumbre para confirmar si el fruto de largas horas de trabajo resultaba "natural". Actualmente lo sigo usando y me es un paso indispensable para comprobar si el capítulo de la novela que estoy corrigiendo en cuestión tiene la calidad que busco. Al finalizar el texto completo, dejo un tiempo de reposo (suelen ser siete días por cuestión de tiempo, pero si no tenéis tiempo con 24 o 48 horas ya está bien) y, cuando retomo el trabajo, empiezo leyendo en voz alta. Si el texto está bien, la vista se desliza entre las líneas como un esquiador sobre la nieve; pero si encuentro una repetición, un signo mal colocado, una palabra mal escrita o cualquier cosa que me haga parar en seco, el esquiador se choca contra un árbol y, hasta que no se soluciona el problema, no continúa su recorrido hasta la línea de meta.

Es posible que sea un proceso largo y aburrido (sobre todo si el texto es interminable y el libro tiene muchos capítulos), pero es un sistema muy útil y ahorra el problema de que la persona encargada de la edición lo lea, haga las correcciones correspondientes y pierdas un cliente.

sábado, 17 de mayo de 2014

Un problema (de muchos) a la hora de corregir un texto: las repeticiones

Tras un tiempo desaparecida, quiero dedicar esta entrada a tratar sobre un obstáculo que los/as traductores/as y correctores/as tienen que sortear en cualquier encargo: las repeticiones de palabras.

En mi actual proyecto como correctora, me he encontrado con vocablos que se repiten una otra vez en la misma página, y tengo dos recursos que pueden ser de ayuda para quien esté en una situación similar a la mía. La idea más lógica es usar un sinónimo, pero también se corre el riesgo de recurrir a una analogía una y otra vez, lo que puede dar a entender de que se carece de un vocabulario extenso. Aparte de los sinónimos, un truco que tengo bajo la manga es acudir al diccionario monolingüe para leer la definición de la palabra que deseo sustituir y la aprovecho para ser creativa.

Como resultado de esto, me he impuesto una norma que he seguido a rajatabla y que me funciona: no dejar la misma voz más de una vez por página (se entiende que es una página de procesador de texto como Word u OpenOffice). De este modo, juego con dos o tres alternativas para la misma idea y, en el último repaso en voz alta al texto, la lectura fluye natural. Este tema lo trataré en otro apartado.

En resumidas cuentas, si estás atascado/a en un término porque no sabes cómo traducirlo sin repetir o te das cuenta de que tu cliente/a te ha pedido corregir un texto que es muy repetitivo, este par de opciones pueden sacarte del apuro.

lunes, 14 de abril de 2014

Las confusiones de los/as clientes/as: traducción e interpretación

Sería sorprendente si no me encontrara con algún/a traductor/a al/la cual no le haya pasado: un/a cliente/a ha contactado con él/la y ni siquiera sabe distinguir entre los servicios de traducción y los de interpretación. Por eso, quiero dedicar esta entrada a este tema.

La suerte que yo he tenido es que los/as pocos/as que han contactado conmigo lo tenían claro, pero si esto os pasa alguna vez, en el primer contacto tenéis que dejar bien claras las diferencias para saber qué quiere exactamente y poder así darle un presupuesto más aproximado y beneficioso para ambas partes. De este modo creo que se podrían evitar casos en los que podéis perder un/a cliente/a potencial por este malentendido, o que después no esté satisfecho/a con la factura y se niegue a pagar.

Por estos motivos, mi opinión es que hay que dejar claro desde el principio qué servicio se nos está pidiendo para, en primer lugar, dar un presupuesto justo y, en segundo lugar, para evitar sorpresas desagradables en el momento de cobrar la factura.

domingo, 23 de marzo de 2014

Las herramientas de traducción y corrección: los diccionarios monolingües

En otra entrada ya hablé de los diccionarios de sinónimos como un recurso muy útil a la hora de trabajar en una traducción o corrección, pero hoy me gustaría escribir sobre los diccionario monolingües.

Puede ser que algun/a lector/a crea que un diccionario monolingüe únicamente sea útil cuando se quiera buscar el significado de una palabra, pero en cuanto uno/a se planta ante un texto a veces consultar el significado puede inspirarnos para encontrar la palabra adecuada.

Pondré un ejemplo práctico. En el proyecto en el que estoy colaborando como correctora, siempre tengo abierto el explorador con el diccionario de la RAE, junto con el de sinónimos, por dos motivos. Uno es para asegurarme de que mi cliente utiliza una palabra de forma correcta, sobre todo las poco utilizadas por su tono elevado; el segundo es para consultar el significado de una palabra de la cual he buscado sinónimos y no me convence ninguno de ellos; en este caso, puedo inspirarme en buscar otra opción y evitar así las repeticiones.

Así, pues, la conclusión es que los recursos que tenemos a mano, aunque aparentemente sólo pueden ayudarnos en un aspecto, siempre tienen otras utilidades. Y es que el/la traductor/a tiene que ser creativo/a con el fin de obtener el mejor resultado posible.

domingo, 16 de febrero de 2014

Un truco básico para el control de calidad: el tiempo de reposo

Normalmente, cuando aceptamos un encargo de traducción y/o corrección, a la hora de establecer un plazo deberíamos tener en cuenta un paso que puede marcar la diferencia entre una traducción mediocre de una de buena calidad: el tiempo de reposo antes de la revisión. 

Y es que dejar a un lado el texto durante un tiempo determinado nos da la objetividad necesaria para cuando retomamos el trabajo. En cuanto terminamos la traducción o la correción, podemos caer en la tentación de revisarlo al momento para quitárnoslo de encima. Pero si no nos damos tiempo para olvidarnos de él lo suficiente como para que, en el momento en que lo revisamos, nos sea completamente nuevo y, de este modo, pulir aquellas imperfecciones que nos hemos dejado por el camino, podría ser que nuestro producto no tuviera la calidad que deseamos presentar ante nuestro/a cliente/a.

Se suelen aconsejar 24 horas de reposo para que la mente desconecte del texto, pero en mi opinión el mejor tiempo son 48 horas. Sin embargo, esto depende de la persona y del tiempo que se tenga antes de la entrega.

domingo, 2 de febrero de 2014

Las redes sociales: un medio de publicidad

Cuando una persona quiere convertirse en autónoma, puede captar clientes creando su propia página web, repartiendo tarjetas allá por donde vaya y usando el tradicional boca a boca. Sin embargo, un recurso cada vez más útil, en mi opinión personal, son las redes sociales; páginas como Facebook o Linkedin pueden ser una herramienta de propaganda de nuestro negocio.

Y es que, en el mundillo de aquellos/as que quieren montárselo por su cuenta, cualquier medio de comunicación es una posibilidad de anunciarse. Yo, por ejemplo, tengo un perfil en Linkedin en donde podéis ver mi trayectoria profesional y académica y tengo el enlace a este blog y a mi página web. Esa interconexión es también productiva, ya que accediendo a una sola página pueden visitar todas nuestras plataformas.

Mi humilde consejo esta semana es que si estáis empezando un negocio desde cero y necesitáis un empujón, utilizad todos los recursos que se os ocurran para haceros un hueco en un mercado laboral difícil.

domingo, 19 de enero de 2014

Un problema (de muchos) a la hora de corregir un texto: las variaciones de palabras entre España y América

Cuando estamos corrigiendo un texto por encargo, podemos encontrarnos con que nos aparece una palabra que no nos suene del todo correcta y, al consultarla en algún diccionario, vemos que está el clásico Am., que significa "América". Esto nos indica que dicha palabra se utiliza en América en ese contexto, pero no en el español de la Península . ¿Qué hacemos entonces?

Voy a poner un ejemplo práctico. Revisando un capítulo de la novela de mi cliente escritor, me he topado con la oración siguiente: "Estaba revisando una montaña de papeles que [...] había preparado cuando algunos de los soldados entraron a su despacho para dar parte de sus reportes". Con la palabra reportes me ha surgido una duda existencial: ¿La había escrito de forma correcta o simplemente era una influencia del report inglés? Ante este contratiempo, he consultado a mi diccionario favorito, el DRAE, y el resultado ha sido el siguiente:

"7. tr. Am. Transmitir, comunicar, dar noticia."

Tras hablar con mi cliente, su respuesta ha sido que, de tanto oírla en películas y series de televisión, le parecía correcto usar la palabra reportar en el contexto de dar parte de un informe. Ante esta respuesta, se ha corregido el error y hemos continuado con nuestro trabajo.

El consejo que quiero dar con esta anécdota es que, en el momento en que os enfrentéis con este tipo de anglicismos como evidencia en vez de prueba, remover en vez de eliminar, etc., primero os aseguréis de que vuestro/a cliente/a es de nacionalidad española o extranjera (para evitar malentendidos posteriores a la corrección), y en el caso de que sea español/a, proponedle la corrección pertinente.

miércoles, 8 de enero de 2014

Año nuevo, proyectos nuevos

Empieza el 2014 y con él las ilusiones renovadas, los propósitos para el año... Para mí, el mayor proyecto es seguir creciendo como profesional de la traducción.

Por el momento uno de los proyectos en los que participé como correctora ha llegado a su fin, pero en cuanto salga a la luz publicaré el título. Además, he iniciado otro encargo con el mismo escritor novato, de momento sin fecha determinada de edición. Espero que los trabajos sigan llegando...

Los proyectos están ahí, y sólo tenéis que ir a buscarlos.

¡Feliz 2014!