jueves, 10 de agosto de 2023

Reflexión para cuando nos pasamos de creativos en las correcciones

¡Buenas tardes! Hoy me gustaría hablar sobre un reto con el que me he topado últimamente a la hora de corregir un texto. Espero que mi experiencia ayude a los demás.

Después de trabajar en la primera novela, Nighto Rapnos empezó a escribir la segunda parte y volvió a contar conmigo como correctora. Al tener un sistema de trabajo personalizado para el proyecto anterior fue bastante sencillo empezar este nuevo, y ahí radica el tema que quiero tratar en este artículo.

Para el segundo capítulo había cogido el ritmo de corrección, y cuando hice llegar la primera revisión ortotipográfica y de estilo Nighto dio el visto bueno para el segundo filtro, la lectura en voz alta. Si embargo, en cuanto leí las primeras líneas me dio la sensación de que necesitaba retocar cosas que no me sonaban bien, así que me vine arriba e hice cambios drásticos. Envié el documento toda convencida de que mi trabajo estaba bien hecho. ¡Error! Me había puesto tan creativa que había modificado algunas partes importantes. Cabe decir que el cliente no se puso contento.

A lo que quiero llegar es que, en algún momento, se mete la pata con algún encargo, ya sea porque es un texto difícil o, como en mi caso, nos dejemos arrastrar por las musas. Por eso recomiendo que hagáis una copia del archivo antes de empezar, por si hay que reiniciar el trabajo.

También es importante recordarnos de vez en cuando que, aunque el texto esté tan mal escrito que parezca que tengamos que rehacerlo, hemos de tener claros los límites entre corregir y reescribir. Si no, os puede pasar como a mí, que tuve que volver a revisar con la lectura en voz alta.

¿Os ha pasado algo parecido? ¿Habéis cometido errores garrafales? ¡No os cortéis y contad vuestras vivencias!

¡Feliz semana!

martes, 8 de agosto de 2023

Proyecto Raydon: Anuncio de publicación

¡Hola a todo el mundo! Tras una temporada de locura por fin puedo anunciar que Crónicas del Juego Eterno va a salir a la luz de la mano de una editorial. La firma en cuestión es ExLibric, dedicada a la autopublicación con sede en Antequera. A continuación, os explicaré todo el proceso por si os puede ayudar en el caso de que queráis hacer lo mismo.

Al principio Nighto Rapnos quería comercializar su obra con una editorial tradicional, pero visto el poco interés de éstas se ha decantado por la opción más arriesgada. Después de una búsqueda exhaustiva de una editorial con buenas referencias (o ausencia de negativas), se puso en contacto con ExLibric y envió el manuscrito. Le dijeron que se pondrían en contacto con él tras leer la novela y en aproximadamente un mes le confirmaron que tenía el suficiente potencial como para publicarla bajo su sello editorial.

Unas pocas conversaciones telefónicas bastaron para que le enviaran un presupuesto de impresión, que incluía:

-Registro del ISBN.

-Sello editorial oficial.

-Revisión ortotipográfica (comentaron que, tras una corrección total, apenas detectaron erratas, así que me puedo atribuir el mérito en este punto).

-Diseño de la portada (le dieron a escoger entre tres que se inspiraban en la portada original para mantener la esencia).

-Presencia del libro y perfil del autor en su página web, aparte de otras plataformas de grandes superficies online para venta bajo demanda.

-Impresión de 100 ejemplares y edición bajo demanda, de los cuales se quedaron 5 para depósito y para su librería.

Como es época de vacaciones han pospuesto la presentación oficial para septiembre, cuando hemos vuelto a la rutina y la gente está más receptiva para acudir a que le firmen un libro. Os mantendré al día para que sigáis la pista a nuestra aventura.

En cuanto al proyecto Selene, también en septiembre arranca la carrera para encontrar una editorial que la publique. Esperemos que la autora tenga suerte y podáis disfrutar de su libro.

¡Feliz semana!